10. sep., 2022

Todo está conectado

Ya está aquí la Luna Llena. Esta vez bajo el inspirador signo de Piscis, reflejando la luz del Sol que transita en su signo opuesto: Virgo.

La energía virginiana es lógica y analítica. Necesita comprender el orden y el sistema de funcionamiento de todo lo que le rodea para sentir que lo tiene bajo control. Sin embargo, puede perderse la magia de la vida si no logra integrar a su opuesto pisciano.

El caos es inherente a Piscis y Virgo evoluciona cuando acepta el caos como expresión de un orden superior. Un orden metasistémico, que no responde a nuestra lógica humana ni a las limitaciones de nuestra mente.

Virgo y Piscis serían como los antiguos constructores de catedrales que pulían con esmero diminutos detalles en la piedra (Virgo) aunque estuvieran en un ángulo invisible para el ojo humano porque tenían la firme convicción de que Dios todo lo ve (Piscis).

Esta dualidad “virgopisciana”, en realidad nos enseña que nada es demasiado grande o pequeño, sencillamente… todo está conectado y cumpliendo su función en el perfecto engranaje de nuestras vidas. 

Todos somos como obras de arte inacabadas, porque estamos en un continuo proceso de creación que nos otorga materialidad y espiritualidad. Todos formamos parte de un orden superior y nuestra existencia y todo lo que hacemos tiene un significado y una trascendencia mucho mayor y mucho más profunda de lo que pueda parecer. 

Esta Luna nos invita a confiar en ese orden superior y a cumplir nuestra parte. Como el colibrí de aquella fábula que cuenta cómo este diminuto pájaro portaba agua en su pico para apagar un incendio en el bosque. Ante el reproche del león, que pretendía hacerle ver lo absurdo de su acción, el colibrí le respondió “ya sé que yo sólo no podré apagar el fuego, pero estoy haciendo mi parte”. 

Como decía Galeano, “mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”. 

Así que, si hoy algo te preocupa o te agobia, mira a la Luna y recuerda el famoso mandato de Roosevelt: “Haz lo que puedas, con lo que tengas, estés donde estés”. Y confía que del resto… ya se encarga el cielo.

Compartir esta página