22. jun., 2022

Papa Doble: el Daiquiri de Hemingway

Documentándome para escribir un artículo sobre la historia del ron que puedes leer en el blog de GRAN CANARIA ME GUSTA, me he topado con Hemingway y no he podido evitar la tentación de contar la historia de un daiquiri legendario…

En realidad el daiquiri fue el invento de unos ingenieros estadounidenses que trabajaban en Cuba. Parece ser que simplemente un buen día, les dio por mezclar lo que tenían a mano (ron, hielo, azúcar y limón) y bautizarlo con el nombre de una paradisíaca playa situada a 30 kilómetros de Santiago en la isla Caribeña.

Hemingway visitó Cuba por primera vez en 1928. A pocos metros de su hotel en La Habana, se encontró con el Floridita, una cantina regentada por Constantí Ribalaigua, un emigrante catalán que había reinterpretado la receta del daiquiri como un frappé (gracias a la llegada de la batidora en los años veinte) y añadiéndole marrasquino, un licor de cerezas de origen croata.

Escritor y cantinero entablaron una amistad que perduraría hasta el fin de sus días. Cuentan que en cierta ocasión, el propietario del Floridita le preguntó al escritor (convertido ya en selecto cliente) si le agradaba su versión del daiquiri. Hemingway, al que todos conocían como Papa, contestó que era diabético y que le resultaba demasiado dulce.

Entonces el coctelero, raudo y veloz, le preparó una nueva mezcla, esta vez con ración extra de ron y sin azúcar: había nacido el legendario Papa Doble. El premio Nobel, a su vez, nombró al cantinero como el rey de los daiquiris.

A día de hoy, existe una escultura de Hemingway a tamaño real (realizada en bronce por el artista José Villar en 2003) instalada en el extremo de la barra que el célebre autor solía ocupar en el Floridita.

“No te molestes en descubrir iglesias, edificios o plazas de una ciudad. Si quieres conocer su cultura, pasa una noche en sus bares”, afirmó el escritor norteamericano. Y cuentan las crónicas que Papa Hemingway se bebió La Habana entera… y parte del extranjero.

Imagen: Foto ilustración de Sarah Rogers

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