La vida es una película. Dirígela bien.
30. abr., 2022
He sentido por un instante la aceptación y pienso que algo tan liberador merece el
intento diario.
Aceptar no es rendirse. Es saber diferenciar lo que está en nuestras manos y lo que no. Y eso cuesta, porque puede dar más miedo darse cuenta de
todo lo que sí depende de nosotros mismos.
Cambiar las circunstancias es un desafío no apto para cobardes. Pensamos en el fracaso pero el éxito nos puede
dar más miedo todavía. Sin embargo, ni éxito ni fracaso existen. Sólo estamos aprendiendo. Somos seres en proyecto… Dioses en potencia, dicen algunos.
Y ante lo que realmente no podamos hacer nada, sólo cabe la entrega. Soltar y confiar. Siempre puede haber un giro inesperado en el guion de nuestras vidas y en uno de ellos, podríamos descubrir que la historia que nos hemos contado acerca
de quienes somos quizá no sea toda la verdad…
Imagen: Absorbiendo vitamina D en la
puerta de la antigua sede del ya desaparecido diario ‘La Tarde’. Aquí inició su andadura en 1927.