La vida es una película. Dirígela bien.
9. dic., 2021
Hace años una amiga me regaló un libro de Lise Bourbeau muy conocido en el ámbito del Desarrollo Personal: 'Las cinco heridas que impiden ser uno mismo'. Es una obra muy recomendable aunque confieso que, de todo el texto, lo que más me impactó fueron unas líneas finales del escritor y periodista sueco Hjalmar Söderberg que la autora cita a modo de colofón en la última página.
Las comparto porque siento que cada vez que me expongo ante la mirada de otros, sabiendo que no puedo controlar lo que perciban de mí y cómo lo interpreten, siempre recuerdo que quizá lo importante sea simplemente… ‘conectar’:
"Todos deseamos ser amados,
en su defecto, admirados,
en su defecto, temidos,
en su defecto, odiados y despreciados.
Deseamos despertar una emoción
en quien quiera que sea el otro.
El alma se estremece ante la vida
y busca el contacto sin importar a qué precio".
Foto: Carsten W. Lauritsen